Lectura muy amena:
En los años treinta varios esquiadores de fondo del equipo de esquí Finlandés, incluyeron en sus entrenamientos de verano la marcha con bastones de esquí para mejorar su preparación física, por lo que podemos decir que ellos fueron los descubridores de este deporte.
- La marcha nórdica requieres un esfuerzo compartido entre las piernas y la parte superior del cuerpo. De esta manera se ejercita el torso y la musculatura de la espalda, convirtiendo esta modalidad deportiva en una forma eficiente y placentera de mejorar la condición física apta para todo el mundo, incluso para deportistas en periodo de rehabilitación después de una lesión.
- La técnica es muy sencilla: se trata de caminar de forma natural, a paso firme y manteniendo los hombros relajados. Los brazos se apoyan en sendos bastones de forma que uno de los bastones está siempre en contacto con el suelo cuando se pisa con el pie opuesto, y viceversa. Hay que mantener siempre los bastones cerca del cuerpo y ligeramente inclinados hacia atrás. El bastón derecho no se planta más allá de la altura de la planta del pie izquierdo. Al subir una cuesta: alarga la longitud de la zancada. Inclina el cuerpo ligeramente hacia delante e intensifica los movimientos de brazos y piernas.
- Al bajar por una cuesta: aumenta la flexión de rodillas y lleva el centro de gravedad más bajo, para mantenerte equilibrado. Da las zancadas más pequeñas. Inclínate ligeramente hacia atrás. El peso se distribuye entre le apoyo del bastón en el suelo y el talón del pie contrario. Cuando mayor sea la presión sobre el bastón, menor será la presión sobre las piernas.
- La marcha nórdica requieres un esfuerzo compartido entre las piernas y la parte superior del cuerpo. De esta manera se ejercita el torso y la musculatura de la espalda, convirtiendo esta modalidad deportiva en una forma eficiente y placentera de mejorar la condición física apta para todo el mundo, incluso para deportistas en periodo de rehabilitación después de una lesión.
- La técnica es muy sencilla: se trata de caminar de forma natural, a paso firme y manteniendo los hombros relajados. Los brazos se apoyan en sendos bastones de forma que uno de los bastones está siempre en contacto con el suelo cuando se pisa con el pie opuesto, y viceversa. Hay que mantener siempre los bastones cerca del cuerpo y ligeramente inclinados hacia atrás. El bastón derecho no se planta más allá de la altura de la planta del pie izquierdo. Al subir una cuesta: alarga la longitud de la zancada. Inclina el cuerpo ligeramente hacia delante e intensifica los movimientos de brazos y piernas.
- Al bajar por una cuesta: aumenta la flexión de rodillas y lleva el centro de gravedad más bajo, para mantenerte equilibrado. Da las zancadas más pequeñas. Inclínate ligeramente hacia atrás. El peso se distribuye entre le apoyo del bastón en el suelo y el talón del pie contrario. Cuando mayor sea la presión sobre el bastón, menor será la presión sobre las piernas.
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