Playa de Alcoceber

Viajar es vivir:
Me enojaba que no asistiera a mis cumpleaños; y bueno, no le gustaban ni mis amistades, ni la cantidad excesiva de gente que yo juntaba para esas fechas.
Y un día, en el que yo me había trasladado a su oficina itinerante, en este caso un bodegón de lo más añejo, me senté frente a ella y la invité a viajar.
Claro que ella no estaba sola. No tenía pareja, pero tenía un reducido grupo de amigos, con su misma filosofía, con los cuales compartía varias cosas.
Ella se sorprendió y, acto siguiente, me preguntó: ¿Viajar adónde? “Adonde vos quieras ir”. Estaba dispuesta a dejar mi modo de ser de lado, para que ambas podamos compartir algo, aunque sea un viaje.
Ella, jamás iría a dejar sus formas de lado para que nos uniéramos un poco, pero yo sí, siempre había sido la más dócil de las dos.
A los tres días mi hermana me estaba llamando para decirme que no; ahí me enfurecí y le empecé a decir cosas horrorosas, tan horrorosas que ambas terminamos llorando.
Antes de cortar, ella me dijo: “Vamos a Alcocéber”. Juro que jamás había escuchado ese nombre, pero sonaba lindo.
Y allí nos fuimos las dos hermanas, a este núcleo costero, perteneciente a la provincia de Castellón.
Un pueblito chiquito, de sólo diez kilómetros que, vaya mi sorpresa, estaba bastante concurrido por el turismo.
Fuente:http://www.eviajado.com/
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