Noruega - Oslo

Pais muy agradable:
Y digo que Julieta no lo es, pues, al terminar la escuela secundaria determinó que se iría a estudiar al exterior.
Sí ella hubiese estado guiada por nuestros proyectos jamás habría tomado esa decisión, puesto que jamás yo hubiese deseado que mi hija se fuera de mi lado, de nuestro lado.
Pero Julieta tiene la cualidad – claro está, no heredada de sus padres- de ser la más independiente de las chicas de su edad; sabe lo que quiere,es segura y siempre te logra sorprender.
Por eso, a la hora de comunicarnos su decisión de irse a estudiar a otra parte, también nos dijo que estudiaría Derecho – dato que también nos sorprendió- y que ese lugar que se transformaría en su casa, en los próximos años, sería Oslo.
No puedo explicar cómo un gran conjunto de escalofríos circuló por mi cuerpo. No puedo explicar la angustia que sentí en ese momento.
Pensaba en el frío que circula en los inviernos de esa ciudad de Noruega, pensaba en la presunta frialdad de los noruegos y un gran frío, también, corría por mi espalda.
Pero no había nada que hacer; mi hija se iría a estudiar a la ciudad más poblada de Noruega, se anotaría en la Facultad de Derecho de la Universidad de Oslo, iría a enfrentar las temperaturas extremas que azotan los inviernos.
Julieta es de esas muchachas que al tomar una decisión no vuelven atrás; es de esas muchachas que te ajustician con sus argumentos y te convencen rápidamente, y ahora no logro entender cómo no anticipé que mi hija elegiría la carrera de Derecho.
Y llegó el día en que mi hija se fue a Oslo. En el camino al aeropuerto ella no dejaba de mencionar los lugares que recorrería – el Castillo y Fortaleza de Akershus, la Galería Nacional, el Museo Marítimo Noruego y más- y a mí esa seguridad me conmovía hasta las lágrimas.
Fuente:http://www.eviajado.com
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