Todos los paisajes de tres países centroamericanos

Lectura muy amena:
Cualquiera de las opciones llevan a la ciudad de San Miguel donde se abren dos nuevas alternativas para continuar el viaje: una es por Santa Rosa de Lima y la otra por el Puerto de la Unión.
Durante el viaje, algunos pequeños desvíos nos permiten conocer los puntos más altos de El Salvador (Perquín, Morazán) y algunas de las mejores playas del país (El Tamaríndo, el Cuco y El Espino), también nos acercamos a los volcanes Conchagua y el de San Miguel, pero no los visitamos, pues hubiésemos necesitado un día más en el viaje.
La escala gastronómica la hicimos en San Rafael Cedros, a tres kilómetros de Cojutepeque en un comedor que hacía dudar de entrar, pero del que luego no te querías ir.
Para ir de Nicaragua al Salvador no hay otra opción que pasar por Honduras, allí el deterioro de las carreteras justifican la recomendación de haber usado camionetas 4×4 y explican por qué se hace un cálculo de tantas horas para un viaje de 600 kilómetros finales: las fronteras y la burocracia.
Nos acercamos al límite de los países que de no ser por los guías no hubiésemos advertido, pues no hay señalización:La Fraternidad o El Espino hace de frontera natural en la parte montañosa entre Honduras y Nicaragua.
Las vistas al golfo de Fonseca son impresionantes y el entorno natural también, sobre todo en la zona posterior a la frontera, en la que se sitúa la carretera que pasa por el centro de Nicaragua, entre las montañas y los lagos.
Fuente:http://www.eviajado.com
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