Australia - Tubooburra

Relato inolvidable:
Esto daba una idea muy clara de la dispersión geográfica del “outback”. Este aislamiento redundaba en que los precios del alojamiento no fuesen del todo baratos. Conseguimos una habitación cuádruple con derecho a cocina en un motel a las afueras del pueblo por 120 dólares. Fue aquí donde nos explicaron la diferencia entre hotel y motel, en éste último se podía meter el coche hasta la puerta del bungalow o cabaña, mientras que en el primero se debía dejar en el parking de la entrada. Aún quedaban unas horas para cenar así que dimos un paseo por los alrededores. La pobre luz del día y el polvo en suspensión emborronaba el paisaje desluciendo los peñascos de granito que rodeaban el pueblo. En coche nos acercamos a un cementerio aborigen cuyas costumbres ordenaban enterrar el cuerpo desnudo en la tierra y señalizar la tumba con un montón de rastrojos. Algo muy sencillo que para ellos tenía un gran valor simbólico.
Cenamos un generoso bistec en uno de los dos restaurantes que poseía el pueblo, éramos los únicos turistas así que cenamos con tranquilidad. El clima de Tibooburra es desértico por lo que las precipitaciones anuales son muy escasas, de hecho hacía bastantes meses que no caía una gota, pero lo que no sabían es que nosotros tenemos una maldición según la cual en aquel desierto al que vayamos lloverá. Ya nos había pasado un par de veces en el desierto de Almería así que aquí no iba a ser menos. Al poco de salir comenzó a llover. No lo hacía copiosamente pero la tierra del desierto no es muy porosa por lo que rápidamente se formaron charcos que sorteamos hasta llegar a nuestro motel.
Fuente:http://www.viamedius.com
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